Nieva y yo camino con premeditación en el ténue hilillo de sendero que apenas se adivina entre la reciente capa de nieve. Por encima de mi cabeza el remor del viento soplando a través de los abetos tonifica mi ser. Copos de nieve revolotean como avispas enfurecidas a mi alrededor. Solo fue tres semanas atrás que me hallaba en este mismo lugar montado sobre la bici y en manga corta y ahora ando con dificultad con la nieve a media pantorrilla y voy abrigado hasta las narices. A cada pocos metros tengo que hacer piruetas para superar alguno de los enormes árboles que fueron tumbados como palillos durante un evento eólico que ocurrió hace pocos días y que ahora yacen tumbados como ballenas embarrancadas en medio del camino. La transformación ha llegado. La próxima vez que me acerque por estos lugares será sobre esquís.
Xavi Fané
No dejes de deleitarnos con tus textos y tus fotos...... los que vivimos en la "civilización" soñamos contigo.
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