Una vez mas y como ya es costumbre anual, éste año hemos pasado las navidades con un grupo de amigos arriba en un refugio de montaña alejados del alboroto navideño del pueblo. Desde hace muchos años que he llegado a la conclusión de que es la mejor manera de pasar estos días del año. Dejando de lado su aspecto mas comercial y el agobio de los viajes por estas fechas y reiterar el valor de las buenas amistades en comunión con la naturaleza.
Llegar hasta el refugio de Friend's Hut (refugio de los amigos) es toda una peregrinación que te expurga de todas las penas y te hace olvidar todo lo que has dejado atrás para, una vez allí, poder disfrutar plenamente del aquí y ahora con todos amigos. Son 18km de marcha con esquís, frecuentemente abriendo traza en nieve profunda, que te dejan destrozado y listo para relajarte durante los días siguientes en el entorno salvaje y desprovisto de toda conexión con el mundo exterior.
Este año, y añadiendo color a nuestra estancia, tuvimos dos días de condiciones polares en las que fue virtualmente imposible sacar la nariz del refugio. Unos vientos semi-huracanados barrieron bosques y montañas con una fuerza e insistencia que raramente he visto por estos lares. Pero e eso no hizo mas que enriquecer nuestra experiencia. En la cálida burbuja del refugio cocinamos comidas dignas de restaurantes de postín, jugamos divertidos juegos de grupo y nos relajamos leyendo o charlando junto a la estufa de leña.
Cuando la tempestad amainó, salimos a hacer un par de excursiones por los alrededores arrasados por el viento. Esta vez nos fue imposible encontrar un solo rincón con la famosa nieve polvo de la zona y nos tuvimos que contentar con disfrutar del magnífico paisaje invernal.
Si os apetece ver unas fotos de este rincón tan especial hace click aquí: Navidades en la montaña
Hasta pronto y Feliz Año Nuevo!
Xavi Fané