Túve que pensarmelo durante varios días antes de pasarme a la acción. El dilema era que por un lado deseaba un poco de aventura multi-deportiva-primaveral y por otro, me daba una pereza enorme porqué se lo que supone adentrarse a las montañas en ésta época del año. Para llegar a las nieves tendría que poner kilometros de tierra, cruzar ríos cargados con el deshielo, y luego mas kilometros de nieve podrida antes de llegar a las alturas.
Al final utilizé la excusa de la responsabilidad para ponerme en ello. Alguien tenia que subir a cerrar el Refugio de los Amigos y yo me ofrecí de voluntario. Así que agarré la bici, me puse la mochila cargada con botas y esquís y hala, a la aventura. El Refugio de los Amigos es uno de mis lugares preferidos del planeta y estaba convencido de que todo este teje maneje iba avaler la pena.
Acabé pasando dos noches en el refugio. Túve tiempo para poner orden, limpiar, leer, escribir en mi diario y tocarme las pelotas en la magnífica terraza que tiene. Incluso aproveché para realizar una de las mejores esquiadas del año. Salí temprano de madrugada aprovechando que la nieve se había endurecido lo suficiente y agarré la canal directa que sube a Star Peak, una cumbre de 4130mt que domina el circo que domina el paisaje del refugio. Es una estética linea, la mar de esquiable, que en su parte superior alcanza los 50º de pendiente. Una vez en la cima me pasé una hora esperando a que el sol transformase la nieve, pero al final me cansé de esperar y decidí bajar en unas condiciones un poco firmes pero que gracias a una nieve de textura granular permitia un buen agarre de cantos. Mi excitación y también mi percepción de dificultad estuvo magnificada por el hecho de que iba con los esquís súper-ligeros de competi. Después de unos primeros virajes en los que hubiera hecho bien en llevar puestos unos pañales, calenté motores, le pile el ritmo y todo salió bien.
De vuelta al pueblo de nuevo túve que cruzar los ríos (3) que bajaban incluso mas cargados y parecían mas adecuados para bajarlos en kayac que no cruzarlos cargado con la bici y esquís. Pero bueno, si no fuese por esos retos que de vez en cuando nos estremecen y nos sacan de nuestra zona confortable. De no ser así, no es aventura ¿no?.
Salud y feliz primavera!
Xavi Fané