31 julio 2010
Por las nubes
A falta de flores, de árboles retorcidos o de cowboys arrugados fumandose un marlboro sobre un caballo lo mejor que puedes hacer para dar vida a una foto de paisaje es meterle unas nubes cuanto mas dramáticas mejor. Las fotos que aquí veis las tomé hace unos días desde un rincón increíble al que llegué después de dos horas de caminata por algunos de los bosques y lagos mejor conservados de la zona. Me instalé en un rellano que encontré en un lomo situado al limite altitudinal del bosque y mi intención después de tomar unas cuantas fotos era de pasar la noche al raso, sin tienda, durmiendo bajo las estrellas. Había hecho un día magnífico y la luna casi llena prometía una noche mágica. Al anochecer, cuando ya estaba de irme al sobre, unas nubes oscuras con aparato eléctrico aparecieron del sur y poco a poco se fueron acercando hacía mí. En la posición en que le hallaba y sin tienda decidí que lo mejor sería irme por piernas si no quería arriesgar el quedar convertido en carbonilla. Después de dos larguísimas horas haciendo campo través bajo la amenaza de rayos y truenos, y coyotes aullando en la distancia, justo cuando llegué al coche que los cielos se abrieron y empezó a diluviar. Pasé la noche oyendo el tintinear de la lluvia en la chapa del coche, pero por lo menos me salvé de lo que hubiera sido una noche épica bajo los elementos.
25 julio 2010
En la variedad está la salsa
Mi vida de freelance es todo un modelo de irregularidad profesional. A veces paso semanas sin apenas ganar para comprar pipas (¿todavía se usa ésta expresión?), y cuando por fin me sale algo casi siempre se me apelotona en corpúsculos de gran densidad. O sea, es aquello de que cuando no llueve, diluvia. Este sábado fue un claro ejemplo de esta inconsistencia que tanto me jode pero que a la vez me encanta. Por la mañana realizé un encargo de los de Scott USA para hacer unas fotos publicitarias con Jari, una de las atletas "mejor dotadas" (no diré mas) del panorama nacional de deportes de fondo en montaña. Cuando no gana una prueba de 160km de mtb lo hace en un raid de aventura de cinco días, o en una triatlón de montaña. Salimos muy temprano por la mañana y porqué yo había calculado erróneamente la salida del sol de detrás de la montaña, la mayor parte de las fotos las terminamos haciendo en la penumbra. De no ser porqué Jari decidió ir de blanco las fotos hubieran salido sosas y faltas de contraste, pero en cambio me encantó la composición de sombras matinales y los verdeoscuros de la vegetación con el blanco refulgente de Jari (era una visión cegadora).
Por la tarde la historia fue otra y ayudé a mi amigo Nathan, que es un fotógrafo de bodas muy famoso por estas tierras, haciendo de "segundo" fotógrafo en una boda de gente de fuera del pueblo. Aunque debo de admitir que esto de las bodas nunca ha sido lo mío, me lo paso generalmente bien en mi condición de "ayudante" pues no existe el gran estrés y el peso de la responsabilidad que hace que Nathan haya perdido el pelo y padezca de insomnio agudo. Una vez logro camuflarme entre la multitud, me relajo y es mas fácil sacar fotos divertidas de gente que normalmente se halla en un intenso estado de eufória que han alcanzado gracias al potente cóctel de "emociones y vodka" que llevan en el cuerpo.
20 julio 2010
Imagen de una bella decepción.
2,5sec, f8, ISO200
Es con frecuencia que las cosas no salen como uno había planeado. Cuando creemos que lo tenemos todo arregladito y atadito en un precioso paquete, la naturaleza, o la vida misma si prefieres, desmorona nuestro precario castillo de naipes para demostrarnos una y otra vez que no somos el centro del universo. Aún así, el que las cosas no salgan como queremos no es necesariamente malo. Es simplemente diferente. Y mas vale que aceptes el resultado porqué sino... te jodes. La imagen que encabeza esta entrada es un buen ejemplo de esta dinámica de la vida. La saqué el día 4 de Julio, que aquí en los Estados Unidos es el Día de la Independencia que viene a ser como una especie de verbena de San Juan patriótica. Al anochecer y como es costumbre el pueblo se gasta (en parte gracias a mis impuestos) una pasta obscena en fuegos artificiales que en menos de 10 minutos se han esfumado en los nítidos aires de montaña. Nunca me han interesado mucho los fuegos artificiales ( a excepción de cuando era pequeño y lanzábamos cohetes a raso causando terror en el barrio), pero este año pensé que sería divertido capturarlos fotográficamente, cosa que nunca había hecho. Mi intención no era tomar una foto con la que ensalzar la grandeza tecnicolor de su fulgor químico sino mas bien lo contrario, quería mostrar su delicada pequeñez en medio del entorno de montañas que nos rodean. Asi pues, con las ultimas luces del día y un cielo creciendo nublado, subí hasta lo mas alto de uno de nuestros valles, monté la cámara en el trípode y saqué unas cuantas fotos de prueba, dispuesto a esperar esa maravilla de la ingenuidad humana. Diez minutos antes del esperado momento, los vientos empezaron a soplar, los nubarrones se ennegrecieron ominosamente y CATAPUM!, empezaron a caer rayos y truenos y a llover cántaros. Al poco las luces de pueblo y las montañas se escondieron tras un escudo gris y jamás llegué a ver los dichosos fuegos artificiales. La foto es una de las que hice de prueba y aunque no tiene fuegos artificiales me gusta. Pequeñas y lejanas frente a la inmensidad de las montañas y el poderío de las nubes de tormenta las luces del pueblo y el tráfico brillan con la intensa luz de nuestros deseos y sueños. La mancha azul que brilla en la oscuridad son las cristalinas aguas de "Long Lake" reflejando los cielos, un popular lago al que frecuentemente acudimos a bañarnos durante estos días de calor.
Gracias a todos por las felicitaciones!
Xavi
17 julio 2010
El verano va pasando, a veces rápido como un corzo sorprendido, a veces lento como melaza. Esta tarde la estoy saboreando con mucha parsimonia. Karen ha marchado a pasar una semana con su sobrino a un festival de música Bluegrass y yo me he quedado aquí de "martinez", con la casa para mí solo e incontables opciones delante mío.
Un par de semanas atrás, Karen me compró un helicóptero, bueno, no de verdad sino de esos ligeros como un colibrí que se dirigen a control remoto y con los que puedes hacer mil virguerias si eres un piloto bien adiestrado. Yo no todavía no he pasado los exámenes y la verdad es que soy bastante patata y mas de una vez el helicóptero a visto de cerca su fin, a punto de estrellarse con la lámpara que cuelga del techo o el estante de libros. Pero yo me lo paso pipa con el juguete. De pequeño siempre había querido cosas como "excalextrics" y vehículos a control remoto pero por aquél entonces eran muy caros y mis padres nunca pudieron permitirselo. Mi objetivo inmediato de aterrizar con precisión y levedad plumífera sobre la mesita del living es ahora un reto semejante al que en su día fue aprender a ir en bici sin los ruedines de apoyo.
Mirar mapas es una de mis otras aficiones casi obsesivas. A menudo me paso horas absorto delante de un mapa topográfico, interpretando los recovecos escondidos de nuestros valles y montañas, buscando escondidos valles colgantes, senderos que han escapado el radar, rutas alternativas a las cumbres que nos rodean... ayer me propuse encontrar un lago en el que nunca antes había estado. En el mapa se antojaba diminuto, escondido en un valle apartado de todo sendero y ruta conocida. Un objetivo perfecto para un día de calor como hoy. Combinando bici por un sendero trialero y empinado como pocos en la zona y marcha a pie por terreno salvaje he alcanzado el lago de la foto de abajo, una verdadera joya alpina en la que he pasado un par de horas tomando el sol y zambullendome. Nunca deja de sorprenderme, como con un poco de investigación y deseo uno puede encontrar bajo sus mismas narices un rincón nuevo que de alguna manera ha pasado desapercibido durante decenas de años.
Dos semanas atrás cumplí 50 años. Por mas que nunca haya dado demasiada importancia a esto de los números y cumpleaños, esta es una cifra difícil de ignorar (en parte porque todo el mundo me lo recuerda). Para estrenar mi nueva y reluciente edad, el pasado jueves me apunte a competir en la primera carrera de las "Pinnacle Races", nuestras series locales. Se trataba de una cronoescalada de 800m de desnivel que sube por tramos de sendero y pista hasta el punto mas alto de la estación de esquí. Como hacía muchos años que no competía en bici (mi última carrera fue la Transalp en el 2006) me daba corte apuntarme con los "pros" y me camuflè con la clase ciudadana en mi categoría de 50+. Para mi sorpresa, después de salir dos minutos por detrás de los pros y las féminas empezé a agarrar a gente hasta que de pronto ahí estaba, pasando a derecha e izquierda a los pros rezagados hasta que mas arriba alcancé a mi amigo Jeff Irwin y me dí cuenta de que debía de ir bastante bien pues es uno de los machacas de la región. Resulta que hice el segundo mejor tiempo del día en la general.... un resultado que me hizo sentar bien y pensar que quizás esto de tener 50 años es psicológico, o por lo menos subjetivo. Ya estoy apuntado a la carrera del próximo jueves.
10 julio 2010
O Brother, Where Art Thou?
Mi amigo Kevin y yo somos grandes fans de Ralph Stanley (el señor octogenario al micrófono en medio del escenario) y ayer, aprovechando que vino con su banda a tocar en un recién estrenado festival de música bluegrass aquí en el pueblo, como no, fuimos a verle. La foto nos la tomaron cuando los de seguridad nos pillaron "in fraganti" durante nuestro intento frustrado de saltar la valla de seguridad y besarle los pies a Ralph.
Para todos a quienes esta figura "pivotal" de la historia de la música "bluegrass" (a no ser confundida con la "country") os resulte totalmente desconocida quizás os sea mas fácil reconocer su obra haciendo alusión al divertido filme "homérico" de los Coen Brothers "Oh Brother, Where Art Thou?" (¿Dónde Estás Hermano?) en el que George Clooney y sus colegas de carcel, te hacen mear de risa y además cantan sus propias canciones. Pues bien, la canción mas conocida del filme, llamada "Man of Constant Sorrow"que la canta Clooney con un apego y gracia inimitable es una de las obras de Ralph Stanley. La película es además todo un compendio de la música Bluegrass mas clásica.
08 julio 2010
Agua
3.0s, f4, ISO400
Como se que os estais abrasando allá en la península aquí os va una foto refrescante que he sacado esta misma tarde. El agua es un elemento extra-apetecible ahora durante el verano y como ya había mencionado en otra entrada me encanta capturar su fluidez y belleza tan a menudo como puedo. Para sacar la foto de ésta cascada he montado la cámara sobre un trípode y usando un filtro oscuro he podido poner el obturador a 3.0s para producir el efecto de movimiento en el agua. Para lograr este tipo de imágenes es preferible trabajar con un cielo nublado o hacerlo a una hora en la que el ángulo del sol sea muy bajo (como aquí es el caso) y procurar que no haya mucho cielo en la foto pues causaría distracción y tendría demasiado brillo. En este caso los abetos ofrecen un contrafondo neutral y sus tonos mas bien oscuros ensalzan el brillo del agua.
Hoy temprano he pasado en bici muy cerca de este mismo paraje y como no iba preparado para sacar fotos he tomado nota mental para hacerlo mas tarde. Es con frecuencia que la bici me lleva a rincones de belleza inédita a los que mas tarde vuelvo con el equipo para sacar fotos. En estas fechas veraniegas yo también voy buscando recorridos a la sombra del bosque, o que tengan por destino un lago de montaña en el que refrescarse o que vayan muy arriba, dónde siempre hay un poco de brisa de alta montaña.
Hasta pronto!
Xavi Fané
Como se que os estais abrasando allá en la península aquí os va una foto refrescante que he sacado esta misma tarde. El agua es un elemento extra-apetecible ahora durante el verano y como ya había mencionado en otra entrada me encanta capturar su fluidez y belleza tan a menudo como puedo. Para sacar la foto de ésta cascada he montado la cámara sobre un trípode y usando un filtro oscuro he podido poner el obturador a 3.0s para producir el efecto de movimiento en el agua. Para lograr este tipo de imágenes es preferible trabajar con un cielo nublado o hacerlo a una hora en la que el ángulo del sol sea muy bajo (como aquí es el caso) y procurar que no haya mucho cielo en la foto pues causaría distracción y tendría demasiado brillo. En este caso los abetos ofrecen un contrafondo neutral y sus tonos mas bien oscuros ensalzan el brillo del agua.
Hoy temprano he pasado en bici muy cerca de este mismo paraje y como no iba preparado para sacar fotos he tomado nota mental para hacerlo mas tarde. Es con frecuencia que la bici me lleva a rincones de belleza inédita a los que mas tarde vuelvo con el equipo para sacar fotos. En estas fechas veraniegas yo también voy buscando recorridos a la sombra del bosque, o que tengan por destino un lago de montaña en el que refrescarse o que vayan muy arriba, dónde siempre hay un poco de brisa de alta montaña.
Hasta pronto!
Xavi Fané
02 julio 2010
Digital Compacta
Hacía años que no había disparado con una digital compacta y la verdad es que ahora que tengo una me he quedado sorprendido con la calidad de las imágenes que salen de ella. Las fotos de ésta entrada todas están hechas con una Canon S90 de 10mp. Lo que mas me gusta de ésta cámara es la capacidad de control totalmente manual que ofrece y la posibilidad de disparar en formato RAW (el único que utilizo). De no ser por eso me sería difícil encontrarle la gracia a una cámara de este tipo por mas ligera que fuese.
Si bien sigue siendo una cámara con limitaciones, sobretodo en lo que se refiere a su capacidad de captura en condiciones de baja luz o de noche, si se tiene acceso a un buen programa de manipulación fotográfica (yo trabajo con Lightroom de Adobe) se pueden lograr resultados excelentes. Las fotos que aquí tenéis las he modificado acentuando un poco el contraste, estructura, saturación, a excepción de la foto del lago en la que he utilizado un filtro digital gradual para minimizar el contraste entre el lago (en la sombra) y las montañas y cielo (en el sol). No importa que cámara tengas, una digital compacta o una DSLR profesional, las fotos que salen directamente de la cámara casi siempre pueden beneficiarse de un cierto grado de post-procesado.
Karen retozando en las flores.
1/1000s, f6, ISO80
Lago de montaña bucólico
1/500s, f5.6, ISO80
Karen subiendo al lago de montaña bucólico.
1/320s, f4.5, ISO80
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