31 mayo 2009

La Euromovida

Estoy de vuelta de mis viajes por el viejo continente. Ha sido un mes y medio de experiencias, sensaciones y emociones envueltas casi todas ellas por el húmedo abrazo de una primavera pérfidamente fría e inestable. No obstante, mi necesidad de conectar con viejas amistades y familia, y de comer paella y marisco fue satisfecha. Allí también viví una transformación peculiar: por primera vez en mi vida, la fiebre "blaugrana" se apoderò de mí, sorprendiendome a mi mismo con mis nuevas capacidades de gritar y dar saltos delante del televisor. Incluso un día osé acercarme hasta "Canaletas" a empaparme del caos eufórico que allí se montaba después de cada victoria.

La Mezzalama, una prueba mítica de esquí de montaña se anuló por mal tiempo, pero por lo menos con Alfons y David neutralizamos la frustración con una inolvidable travesía en la zona de la Meije, en los Alpes franceses. Mas tarde, ya en la Cerdanya, continuamos esquiando en el paquetazo de nieve que cubría los Pirineos gracias al invierno y primavera "históricos" que
acontecieron en la zona. Mi colega Josep Puig, de Top Bikes, me dejó una bici de carretera con la que, entre borrascas, logré hacer varias excursiones por la inmensidad verdeante de la Cerdanya. Un día incluso salí con el mismo Jose Antonio Hermida hasta el "Coll de la Perxa". Él no paró de hablar por los codos un solo momento mientras yo sufria calladamente a su lado. La puntilla fue cuando se me ocurrió mirar para abajo y ví que iba con el plato grande y sentado como si aquello fuese bajada.

A principios de mayo, Karen y yo nos reunimos en Barcelona y juntos fuimos a Asturias, Leon y Cantabria, lugares de la geografía ibérica en los que nunca habiamos estado y que estábamos
dispuestos a explorar durante un par de semanas. Fuimos a la zona de Somiedo, en el oeste de Asurias, porqué de pequeño en el programa de "El Planeta Azul", el Dr. Felix Rodriguez de la Fuente no paraba de hablar de sus profundos hayedos y de su riqueza ecológica.
Desafortunadamente, a causa del tiempo,
solo pudimos rascar la superficie de su áspera orografía, pero nos quedamos impresionad
os por sus silenciosos parajes y milenarios pueblecitos y brañas.
La mayor parte del tiempo la
pasamos en Picos de Europa, haciendo travesía a pie desde Soto de Sajambre a Bulnes, pasando por Vegabaño, Posada de Valdeón, Caín, el Desfiladero del Cares, etc. Durante los 8 o 9 días que deambulamos por allí, toda la belleza que nuestros ojos alcanzaron a ver, sus pueblecitos, sus airosas cumbres calizas, sus neveros y sus abismos sin fondo, la vimos a través del filtro suavizante y difuminador de las brumas, que a nosotros nos parecian perpetuas.

Ahora llevo tres dias por casa. Poco a poco el jet-lag está cediendo y ahora mi viaje ha empezado a tomar la forma de un sueño verde y denso que de alguna manera mi mente
digerirá y pasará a ser parte de mi mismo.... de quién soy. Por delante quedan los
mejores meses del año aquí en Crested Butte, en estos tres ultimos días ya he salido tres veces en bici, las piernas y el trasero han iniciado su inexorable mutación para adaptarse a la intensa vida sobre dos ruedas que dominarán los próximos meses. Hablamos pronto.
Ah, pronto colgaré algunas fotos de mi "euro-experience" en mi pagina de web: www.xavierfane.com

Xavi