Siempre he tenido tirada a dormir bajo las estrellas, ha pasar noche junto a un lago alpino, en un diáfano prado de flores, en un lomo con vistas centelleantes, o envuelto en las misteriosas sombras y sonidos del bosque (aunque a eso a veces me pone la piel de gallina y me cuesta dormir). Parece que tan pronto decido pasar noche en el monte, lo que seria una simple salida en bici, o una excursión corriendo o andando (por más épicas y bonitas que estas sean), adquiere otra dimensión, más excitante, quizás más profunda e intima. Lo cotidiano instantáneamente se convierte en aventura.
Por eso a menudo intento integrar esa experiencia tanto como puedo en mis diferentes actividades, sea el esquí de montaña, la bici o pateando. Ultimamente lo he estado integrando más y más en largas travesías corriendo-andando en montaña. No sé, para mí es una especie de resurgir de una esencia montañera que se me inculcó de pequeño, época durante la que pertenecí a varios clubs de montaña. Me siento a gusto con una mochila a la espalda y subiendo arriba, muy arriba, mas allá de los caminos de mtb y los lindares de la civilización. Un factor que ha hecho posible (o por lomeemos mas atractiva) esta relativamente nueva afición mía es la evolución que los materiales de montaña han experimentado en los últimos años.
Este fin de semana efectué una travesía en solitario de Crested Butte a Aspen saltando un par de collados que nunca había hecho y culminando una cima de las mas bellas de la zona (Cathedral Peak) que con anterioridad había rechazado un par de intentos. Para alcanzar la base de Cathedral Peak (4261m) el primer dia efectué una aproximación de 30km y 2400mt de desnivel. En mi viejo camelback "Transalp" logré meter tienda, saco de dormir, colchoneta, ropa y comida de sobras para dos días (unos 7-8kg total) y pude "trotar" comfortablemente durante buena parte del recorrido. Una vez salté el aéreo collado de "Electric Pass" descendí hasta el increible lago de Cathedral y allí pasé una noche cómoda. Con las primeras luces inicié la ascensión a Cathedral Peak, que requiere superar una canal de unos 45º-50º de piedra suelta que daba miedo y luego trepar una arista de buen hacer que lleva a la cima. Desde allí bajé de nuevo al lago, desmonté la tienda e inicié el largo y empinado descenso hasta el valle de Aspen, dónde me encontré con un grupo de amigos que ese mismo día habían "corrido" los 60km de Crested Butte a Aspen (por un recorrido mas llevadero).
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Prado bucólico en camino a "Coffee Pot Pass" |
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Vista desde Coffee Pot Pass hacía las montañas de Aspen y mas allá |
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En el brutal collado de Electric Pass, a la derecha el valle de Conundrum (por donde subí) y a la izquierda el valle de Cathedral. El pico de Cathedral asoma por la izquierda. |
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Un descanso cerca del lago de Cathedral. En el extremo superior-derecho de la foto se ve la canal que accede hacia la cumbre la Cathedral (fuera de la foto) |
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Mi habitación con vistas |
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Unos estiramientos al atardecer |
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Nubes interesantes |
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Mas nubes interesantes |
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Vista del lago en camino hacía la cumbre. |
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Despunta el sol |
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Vistas hacia el oeste desde la cumbre de Cathedral |
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Pose no muy inspirada en la cima, por detrás, la cima de Castle Peak (4400m), la mas alta de la zona y solo dos semanas antes ascendí con un grupo de amigos. |
M'has distret el viatge en bus al treball, gracies. M' has teletransportat!
ResponderEliminarA ver si algún día nos cuentas dónde está el secreto para vivir haciendo lo que a uno le gusta. Bravo!
ResponderEliminarQue eres mi gurú ya lo sabes, pero es que ahora me encuentro con que sigo tus pasos, aún sin proponérmelo.
ResponderEliminarYa te conté que ando preparando material para hacer la Transpirenáica lo más ligero posible, para disfrutar de la bici tanto como del viaje, y otro de los motivos de estarme gastando los cuartos es por la idea de mezclar montaña y bici. Me explico: Con lo que tenemos ahora a nuestra disposición, puedes ser autosuficiente con un mínimo de peso (aunque prescindiendo de algunas comodidades, por supuesto), y me encanta la idea de hacer desde excursiones de varios días con la bici sin complejos y atacando las rutas más difíciles, hasta utilizarla como vehículo para acercarte a la montaña más inaccesible para continuar luego a pata. Mezclar esos dos mundos que tango nos gustan y en los que tan cómodos nos seguimos.
Enhorabuena como siempre por las fotos y un abrazo, Maestro!!!!
Sugerente historia..., por las fotos y el relato es como si vivieras en el paraiso..., pues nada disfrutalo que la vida es bella y estamos, algunos al menos, en el segundo tiempo.
ResponderEliminarUna pregunta desde el desconocimiento..., ¿no es zona de osos como para dormir por la noche en una tienda solo?
Un abrazo, ha sido un puntazo descubrirte por facebook!!!
Iñigo, yo también disfruto con tus fotos en facebook, y gracias por seguirme!
EliminarPués si que hay bastantes osos por aquí, pero solo acostumbran a ser un problema en pueblos y zonas de acampada mas concurridas, pero en las zonas mas remotas todavía no saben lo que es el chocolate. De todas maneras prefiero toparme con un oso goloso que no con un humano con malas intenciones!
Fantasticas imagenes y genial crónica,como siempre, por cierto buenas esas salewa eh?...A seguir bien!!
ResponderEliminarPues la verdad es que me han gustado mucho, son cómodas y andan y trepan bien!
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