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En el gran merengue |
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Volverán las vacas? |
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Formas y texturas |
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El viejo rancho de Mikail |
Plácida tarde de primavera. Nieve húmeda y cremosa bajo las suelas de mis esquís. Cielo blanquiazul difuminado en un mundo algodonoso y amerengado. Caminos, senderos, pistas, pastos y memorias verdes yacen bajo un manto de nieve colosal y desafiante que se rie de las reglas de los calendarios. En este territorio blanco y sin caminos mi traza parece la de un coyote solitario, sinuosa y sin aparente rumbo. A mi manera también he salido a cazar. A cazar emociones e imágenes, pero a cazar después de todo. Ahora me paro a contemplar las sombras que los "aspens" proyectan sobre la nieve, ahora me dirijo a la vaguada dónde los vientos han formado curiosas "olas", ahora me detengo a identificar las diminutas huellas de alguna criatura que en la nieve ha dibujado sus florituras rococós. Ahora admiro las montañas, que enfundadas en sus relucientes armaduras blancas parecen inexpugnables y mas grandes de lo que son.
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