Humo frío

....Erase una vez,  en un frío fin de semana de Enero que un grupo de amigos se reunió para celebrar el medio siglo de vida que el colega Tony justo había cumplido en un recóndito refugio de Las Rocosas.

El recóndito refugio

Por bien que se lleven, 50 años son 50 años y por eso los amigos buscaron estratagemas con qué aligerar ése gran peso que Tony, de repente, llevaba encima, así llegando a la gran conclusión de que era necesaria una buena dosis de powder (y algo de tequila).

Tony y el gran peso

El primer día de la celebración fue de un azul de cuento de hadas y los amigos se adentraron a las montañas en busca de aventura y sabiduría.

En busca de sabiduría

La nieve fulguraba y nos sentimos pequeños en la inmensidad de las montañas nevadas pero al mismo tiempo y a medida que ganábamos altura nos sentíamos mas livianos y eufóricos. En una vaguada protegida de los vientos por enormes contrafuertes encontramos lo que los amigos buscaban: nieve pura y fría, brillante como diamantes reposando bajo el brillante sol. Sabiduría pura.

Tony sacandose unos años de encima

Geo en un momento de extrema lucidez.

Los amigos habían encontrado un gran tesoro y lo celebraron comiendo enormes cantidades de barritas energéticas y burritos de queso y carne. Era hora de hacer camino de vuelta a nuestro refugio allá en el valle.

Los amigos rellenando el tanque

Durante la segunda noche no paró de nevar y nevar y los amigos se despertaron ante un mundo algodonoso y amorfo como quien mira a través de cortinas blancas o de un filtro translucido. Los amigos sabían que les esperaba algo grande e inexplicable. ¿Quizás podrían rozar con la punta de sus lenguas el mismo cáliz sagrado y saborear una gota del mismo elixir de la juventud? Sin perder tiempo fueron a por sus sueños.

En busca de los sueños

Los indios la llamaban "humo frío" y era la forma mas ligera y etérea de nieve que solo caía en los días más frios de invierno. El humo frío es ligero como el ectoplasma, y te acaricia la cara como el parpadeo de mil mariposas. Es dificil de encontrar como el mas elusivo de los duendes del bosque y mas efímera que el beso de Galadriel. Por eso los amigos sabían que no había tiempo que perder.

En el abrazo del humo frío

Mil años en las calderas del infierno hubieran valido la pena

Erik en otro estado superior de consciencia

Tony hasta el cuello en el elixir de la juventud

¿quienes somos?

Y en el fondo es eso. No son los años lo que cuentan, sino lo que hagas con ellos. Y los amigos llegaron a esa realización con la ayuda del humo frío y del resplandor de las montañas. Tony ahora ya  no tiene años, sino que es un ente eterno y radiante desprovisto de todo peso mundano. Es un espíritu del humo frío.

Xavi Fané