Las dos fotos que aquí veis, tomadas desde la cresta cimera de Gothic Mtn han de estar entre mis favoritas de éste verano. Ya mientras subía hacía la cumbre y salí de un lomo sorprendí a una águila real de tamaño imponente que me dejó débil de rodillas. En aquellos momentos la cámara estaba en mi camelbak y no túve tiempo de capturar su vuelo. Luego, ya de vuelta de la cumbre una ominosa tormenta se formó justo al norte de mi ubicación. No sabía que hacer, si correr con el rabo entre piernas o agazaparme en una brecha en la arista. Al final me alegré de haberme quedado en mi puesto ya que pude contemplar de muy cerca el paso de la tormenta, los fantásticos cambios de luz en el paisaje y al fin un trozo de arco iris adornando las airosas cumbres.
Com sempre unes fotos magnífiques! sort que et vas quedar!
ResponderEliminarGracies!, si ja veus, de vegades (pero no sovint) surt be lo de no fer cas a els instinctes.
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