20 septiembre 2009

¡Coño!,... ¡ya es otoño!


Ha llegado el otoño. Tecnicamente faltan un par de días pero da igual, aquí es otoño. Hace una semana empezaron a infiltrarse ejércitos de nubes oscuras, a cambiar el tono de los bosques y alturas alpinas, a refrescar el ambiente y la inercia de los eventos es ya imparable.

El otoño toca las cuerdas de mis emociones de muchas maneras. Está la marea sensorial que me provocan sus colores y los vahos orgánicos que expiran los bosques, la acogedora sensación de ponerse un jersey y pantalones largos por primera vez en meses y de tomar refugio en la cálida burbuja artificial de nuestra casita.

Pero lo que quizás me afecta más es el aire inquieto, imprevisible y a veces amenazador que el otoño puede adquirir en las montañas. La frecuencia con la que uno ve peligrar su "zona de confort" aumenta de forma exponencial a medida que nos adentramos en la estación. Muchos días, salir al monte, sea a pie, corriendo o en bici, es como meterse en una película de suspense de la que se desconoce el desarrollo final.

Tres días atrás, Karen y yo ascendimos Castle Peak, con 4348mt de altura la cumbre mas alta de la zona. Salimos con las primeras luces del día bajo un cielo despejado que auguraba un día perfecto. Unas horas mas tarde, ya en la arista cimera, unos jirones de nubes empezaron a danzar en el paisaje y a la bajada un muro negro e impenetrable se extendia hacia el sur, engullendo la población de Crested Butte. Los truenos y relámpagos en la distancia nos hicieron ir más rápido de lo que hubiéramos deseado pero llegamos al coche sin habernos mojado una gota. Una vez en el pueblo, en el jardín encontramos pilas de granizo recién caido y nos informamos de que había hecho una tempestad superviolenta y nadie se creía que no nos hubiesemos mojado un pelo. Que emoción!

El otoño es quizás la estación mas esperada por el fotógrafo. A parte del obvio despliegue de colores, a mí lo que mas me seduce es la espectacularidad de los cielos, la volatilidad del tiempo y ese silencio penetrante, casi sepulcral que en las montañas precede a la llegada de las nieves.

La foto de esta entrada la capté hace un par de días. Es una composición de varias imagenes tomadas en diferentes exposiciones. Me gustan las nubes amenazadoras y la desnudez de las montañas. Tuve que salir por piernas de mi promontorio, antes de que los cielos se abriesen.

Si os apetece ver mas imágenes recientes he abierto una nueva galería de otoño en mi web en la que poco a poco iré añadiendo fotos.

Disfrutad de la nueva estación


Xavi Fané

4 comentarios:

  1. Gracias por estar ahi donde los demás soñamos....

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  2. Gracias por describir tan bien esos escenarios.
    Haces que me sienta viajando.
    El otoño es siempre espectacular.
    Por los colores, y por los cambios.
    Como bien decía Jaime, gracias por estar ahí.
    Saludos.

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  3. Aquí ha llegado más por calendario que por otra cosa; vuelve el cole, se acaba el horario de verano en el curro, se acaban los bañitos a última hora en el río y las cervezas de tertulia hasta tarde. Pero como muy bien dices: "Coño, ya es otoño". Un abrazo Xavi.
    Pdta: Es curioso, pero llevo tantos años siguiéndo tus andanzas en distintos medios, que ya formas parte de mi vida, aunque yo para tí sólo sea un ente anónimo. Curioso,no?

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  4. Pues si, ya es otoño, aunque hoy el termómetro marque cerca de 35 grados por tierras extremeñas; se acabaron los dias interminables,levantarse prontito para salir con la fresca, un bañito refrescante... pero me gusta más el otoño: como bien dices impredecible. Me encanta la pasión con la que vives y como logras transmitirla a todos los que te seguimos. Saludos desde Cáceres. Manuela.

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