17 julio 2010




El verano va pasando, a veces rápido como un corzo sorprendido, a veces lento como melaza. Esta tarde la estoy saboreando con mucha parsimonia. Karen ha marchado a pasar una semana con su sobrino a un festival de música Bluegrass y yo me he quedado aquí de "martinez", con la casa para mí solo e incontables opciones delante mío. 
Un par de semanas atrás, Karen me compró un helicóptero, bueno, no de verdad sino de esos ligeros como un colibrí que se dirigen a control remoto y con los que puedes hacer mil virguerias si eres un piloto bien adiestrado. Yo no todavía no he pasado los exámenes y la verdad es que soy bastante patata y mas de una vez el helicóptero a visto de cerca su fin, a punto de estrellarse con la lámpara que cuelga del techo o el estante de libros. Pero yo me lo paso pipa con el juguete. De pequeño siempre había querido cosas como "excalextrics" y vehículos a control remoto pero por aquél entonces eran muy caros y mis padres nunca pudieron permitirselo. Mi objetivo inmediato de aterrizar con precisión y levedad plumífera sobre la mesita del living es ahora un reto semejante al que en su día fue aprender a ir en bici sin los ruedines de apoyo.  

Mirar mapas es una de mis otras aficiones casi obsesivas. A menudo me paso horas absorto delante de un mapa topográfico, interpretando los recovecos escondidos de nuestros valles y montañas, buscando escondidos valles colgantes, senderos que han escapado el radar, rutas alternativas a las cumbres que nos rodean... ayer me propuse encontrar un lago en el que nunca antes había estado. En el mapa se antojaba diminuto, escondido en un valle apartado de todo sendero y ruta conocida. Un objetivo perfecto para un día de calor como hoy. Combinando bici por un sendero trialero y empinado como pocos en la zona y marcha a pie por terreno salvaje he alcanzado el lago de la foto de abajo, una verdadera joya alpina en la que he pasado un par de horas tomando el sol y zambullendome. Nunca deja de sorprenderme, como con un poco de investigación y deseo uno puede encontrar bajo sus mismas narices un rincón nuevo que de alguna manera ha pasado desapercibido durante decenas de años.




























Dos semanas atrás cumplí 50 años. Por mas que nunca haya dado demasiada importancia a esto de los números y cumpleaños, esta es una cifra difícil de ignorar (en parte porque todo el mundo me lo recuerda).  Para estrenar mi nueva y reluciente edad, el pasado jueves me apunte a competir en la primera carrera de las "Pinnacle Races", nuestras series locales. Se trataba de una cronoescalada de 800m de desnivel que sube por tramos de sendero y pista hasta el punto mas alto de la estación de esquí. Como hacía muchos años que no competía en bici (mi última carrera fue la Transalp en el 2006) me daba corte apuntarme con los "pros" y me camuflè con la clase ciudadana en mi categoría de 50+. Para mi sorpresa,  después de salir dos minutos por detrás de los pros y las féminas empezé a agarrar a gente hasta que de pronto ahí estaba, pasando a derecha e izquierda a  los pros rezagados hasta que mas arriba alcancé a mi amigo Jeff Irwin y me dí cuenta de que debía de ir bastante bien pues es uno de los machacas de la región. Resulta que hice el segundo mejor tiempo del día en la general.... un resultado que me hizo sentar bien y pensar que quizás esto de tener 50 años es psicológico, o por lo menos subjetivo. Ya estoy apuntado a la carrera del próximo jueves. 

6 comentarios:

  1. Pues que quieres que te diga, cuando tuve la suerte de compartir unos días contigo, descubrí que eres un chaval inquieto .... Felicidades Xavi

    ResponderEliminar
  2. Enhorabuena, Xavi. Y, por otra parte, la juventud no tiene nada que ver con la edad...
    Por lo demás, no cuelgues más fotos aquí de los alrededores de Crested Butte, que se va a acabar produciendo una emigración masiva de españoles devoradores de paisajes montañosos...
    Saludos!

    ResponderEliminar
  3. Cumpleaños féeeeeeliz! cumpleaños feeeeeeliz! te deseaaaaamos Xaaaavi, cumpleaaaaños féliiiiz!.

    Que cumplas muchos más y nos sigas regalando tus relatos.

    Suerte y salud.

    PRM

    ResponderEliminar
  4. siempre grande Xavi..... Felicidades..

    ResponderEliminar
  5. Xavi tú cumples años y el regalo de tus relatos lo recibimos nosotros, gracias por compartirlo. Felicitaciones por los 50, que sí debe ser un Número mágico (yo me acerco a los 40) y felicitaciones por seguir inquieto y con ganas de hacer cosas. Vamos que la juventud de espíritu no tiene edad.

    ResponderEliminar
  6. Felicitats Xavi!!!

    Vaya con el "xaval" que pone en su sitio a los pros....enhorabuena por la carrera pero sobretodo por continuar escuchando a ese niño pequeño que llevas/llevamos dentro que nos hace disfrutar de la vida.

    Yo de pequeño tambien soñaba con tener un "trasto" teledirigido...que recuerdos de aquella epoca. Recuerdo los domingos coger la mtb y hacerme los 16kms de pistas hasta el aerodromo a ver volar aquellos aviones pequeños, cuando me acercaba ya oía el estridente ruido de sus motores hiperacelerados....Que recuerdos!!!

    Salut i per molts anys

    ResponderEliminar